La Adoración de los Reyes Magos es una tradición navideña que tiene su
origen en un culto europeo en el que se relaciona el monoteísmo con la
“realeza sagrada”.
Son el símbolo de las naciones paganas que se acercan a Cristo, mientras que los pastores que adoran al Niño simbolizan al pueblo judío.
La tradición tiene su origen en el Evangelio de San Mateo, que es el único que menciona a los Reyes Magos, aunque no dice que fueran reyes sino simplemente magos venidos de Oriente, tampoco dice su número aunque se puede deducir que eran varios.
En el siglo III se les representaba como dos y en las catacumbas romanas hasta el siglo IV aparecían dos o cuatro. La iglesia siria y armenia los cifraba en doce —como los apóstoles— y representaban a las tribus de Israel. Para la iglesia copta eran sesenta.
Hacia el siglo IV se configuró el número de magos en tres —no en vano eran tres los presentes citados en el evangelio, por alusión a la Trinidad, a los tres continentes conocidos en ese momento, a las tres razas humanas, a las tres edades del hombre…— y se les dio el apelativo de “reyes de Oriente”, pues la práctica de la magia estaba prohibida y el concepto de mago tenía una connotación peyorativa.
En el siglo XVI las necesidades de la Iglesia Católica le llevaron a identificar los tres reyes con los tres hijos de Noé (Sem, Cam y Jafet) que, según el Antiguo Testamento, representaban las tres razas que poblaban el mundo.
Así Melchor pasó a simbolizar los europeos descendientes de Jafet. Gaspar representaría a los asiáticos descendientes de Sem. Y Baltasar, negro y barbado, haría lo propio con los africanos descendientes de Cam. De esta manera se integró a la raza negra, aunque hubo que dejar de lado a los americanos, oceánicos y pueblos del extremo oriente de tez amarilla, ya que no era posible inventar nuevos reyes y nuevos hijos a Noé.
Sus nombres aparecen por primera vez en un mosaico bizantino del siglo VI. Balthassar (con barba oscura), Melchior (joven y sin barba) y Gaspar (el mayor de todos con pelo y barba largos y blancos). Todos ellos eran de piel blanca.
Es la descripción que de ellos hace el teólogo Beda el Venerable la que perdura hasta nuestros días con algunas modificaciones. Según él, Melchor es un anciano de larga cabellera blanca y luenga barba y ofrece oro, símbolo de la realeza divina. Gaspar es joven e imberbe, de tez blanca y rosada y ofrece incienso, símbolo de la divinidad. Baltasar, de tez morena —que no negro— ofrece mirra que significaba que el Hijo del hombre debía morir.
Excepto los regalos —que aparecen en el Evangelio de Mateo— los nombres, edades y apariencias han sufrido diversos cambios y han sido asignados arbitrariamente. Entre los griegos se les dieron los nombres de Apellicon, Amerim y Serakin; entre los sirios los de Kagpha, Badalilma y Badadakharida y entre los etíopes los de Ator, Sater y Paratoras.
Sus edades cambiaban según los gustos del artista que los representaba hasta que Petrus de Natalibus fijó en el siglo XV que Melchor tenía sesenta años, Gaspar cuarenta y Baltasar veinte.
Siempre se habla de tres regalos, pero fueron más.
Melchor, rey de los persas es el venerable anciano de barbas blancas que le llevó al Niño: muselina, púrpura, piezas de lino y oro.
Gaspar, rey de los indios, un joven barbilampiño (después barbudo), le llevó: preciadas especias, nardo, canela, cinamomo y el oloroso incienso.
Baltasar, rey de los árabes, de rostro fuscus (“oscuro” en latín), y que con el paso de los años se hizo claramente africano a partir del siglo XV, le llevó: oro, plata, zafiros, piedras preciosas , perlas y mirra.
La simbología de los regalos es la siguiente:
Son el símbolo de las naciones paganas que se acercan a Cristo, mientras que los pastores que adoran al Niño simbolizan al pueblo judío.
La tradición tiene su origen en el Evangelio de San Mateo, que es el único que menciona a los Reyes Magos, aunque no dice que fueran reyes sino simplemente magos venidos de Oriente, tampoco dice su número aunque se puede deducir que eran varios.
En el siglo III se les representaba como dos y en las catacumbas romanas hasta el siglo IV aparecían dos o cuatro. La iglesia siria y armenia los cifraba en doce —como los apóstoles— y representaban a las tribus de Israel. Para la iglesia copta eran sesenta.
Hacia el siglo IV se configuró el número de magos en tres —no en vano eran tres los presentes citados en el evangelio, por alusión a la Trinidad, a los tres continentes conocidos en ese momento, a las tres razas humanas, a las tres edades del hombre…— y se les dio el apelativo de “reyes de Oriente”, pues la práctica de la magia estaba prohibida y el concepto de mago tenía una connotación peyorativa.
En el siglo XVI las necesidades de la Iglesia Católica le llevaron a identificar los tres reyes con los tres hijos de Noé (Sem, Cam y Jafet) que, según el Antiguo Testamento, representaban las tres razas que poblaban el mundo.
Así Melchor pasó a simbolizar los europeos descendientes de Jafet. Gaspar representaría a los asiáticos descendientes de Sem. Y Baltasar, negro y barbado, haría lo propio con los africanos descendientes de Cam. De esta manera se integró a la raza negra, aunque hubo que dejar de lado a los americanos, oceánicos y pueblos del extremo oriente de tez amarilla, ya que no era posible inventar nuevos reyes y nuevos hijos a Noé.
Sus nombres aparecen por primera vez en un mosaico bizantino del siglo VI. Balthassar (con barba oscura), Melchior (joven y sin barba) y Gaspar (el mayor de todos con pelo y barba largos y blancos). Todos ellos eran de piel blanca.
Es la descripción que de ellos hace el teólogo Beda el Venerable la que perdura hasta nuestros días con algunas modificaciones. Según él, Melchor es un anciano de larga cabellera blanca y luenga barba y ofrece oro, símbolo de la realeza divina. Gaspar es joven e imberbe, de tez blanca y rosada y ofrece incienso, símbolo de la divinidad. Baltasar, de tez morena —que no negro— ofrece mirra que significaba que el Hijo del hombre debía morir.
Excepto los regalos —que aparecen en el Evangelio de Mateo— los nombres, edades y apariencias han sufrido diversos cambios y han sido asignados arbitrariamente. Entre los griegos se les dieron los nombres de Apellicon, Amerim y Serakin; entre los sirios los de Kagpha, Badalilma y Badadakharida y entre los etíopes los de Ator, Sater y Paratoras.
Sus edades cambiaban según los gustos del artista que los representaba hasta que Petrus de Natalibus fijó en el siglo XV que Melchor tenía sesenta años, Gaspar cuarenta y Baltasar veinte.
Siempre se habla de tres regalos, pero fueron más.
Melchor, rey de los persas es el venerable anciano de barbas blancas que le llevó al Niño: muselina, púrpura, piezas de lino y oro.
Gaspar, rey de los indios, un joven barbilampiño (después barbudo), le llevó: preciadas especias, nardo, canela, cinamomo y el oloroso incienso.
Baltasar, rey de los árabes, de rostro fuscus (“oscuro” en latín), y que con el paso de los años se hizo claramente africano a partir del siglo XV, le llevó: oro, plata, zafiros, piedras preciosas , perlas y mirra.
La simbología de los regalos es la siguiente:
- Con el oro se representaba el poder y la riqueza del Niño y con él se reconocía que había nacido el más grande, el Rey.
- Con el incienso, usado tradicionalmente como símbolo de adoración, se daba a entender que se reconocía al Dios Verdadero.
- Con la mirra —precioso bálsamo que se confunde con las lágrimas— se representaba el dolor y la capacidad humana del Dios hecho Hombre.
La tradición de los Reyes Magos como portadores de juguetes es otra manifestación de la costumbre romana de hacer regalos a los niños y de otras tradiciones —como la de Santa Claus— adoptadas por algunos países latinos hace relativamente poco tiempo.
En principio Melchor traía dulces, golosinas y miel; Gaspar traía ropa, zapatos y cosas prácticas y Baltasar —simbolizando el racismo existente— castigaba a los niños malos dejándoles carbón o leña.
A partir de mediados del siglo XIX los reyes empiezan a traer juguetes y no se hace distinción al respecto de sus funciones.
CURIOSIDADES
¿Sabías que…
Los tres Reyes que llegaron a darle la bienvenida a Jesús, el Salvador, eran tres sacerdotes persas de los más sabios.
Representaban a las razas básicas en aquel entonces: uno era rubio, el otro moreno semita y el tercero negro. Llevaban como ofrendas: el oro que simbolizaba la majestad, la mirra y el incienso, que eran resinas consideradas como bálsamo. representaban regalos de honor y amor hacia el recién nacido.
La estrella de Belén los guió hasta el lugar en que nació Jesucristo.
Representaban a las razas básicas en aquel entonces: uno era rubio, el otro moreno semita y el tercero negro. Llevaban como ofrendas: el oro que simbolizaba la majestad, la mirra y el incienso, que eran resinas consideradas como bálsamo. representaban regalos de honor y amor hacia el recién nacido.
La estrella de Belén los guió hasta el lugar en que nació Jesucristo.
¿Sabías que…
La Fiesta de Reyes se celebra el 6 de enero, se denomina Epifanía, y
significa la manifestación de la divinidad de Cristo a los gentiles, es
decir, a todos los pueblos de la antigüedad que siguieron al
cristianismo.
¿Sabías que…
Los restos de los Reyes Magos estuvieron durante trescientos años en
Constantinopla, en lo que antes era Bizancio y ahora Estambul, en
Turquía. Luego fueron trasladados a Milán hasta 1162, en que el
emperador Barbarroja saqueó Milán y entregó los restos de los Reyes
Magos al arzobispo Reinaldo de Dassel, quien decidió que dichos restos
fueran trasladados a Colonia, Alemania.
Los restos de los tres Reyes Magos descansan en un cofre de oro y plata que pesa unos 350 kg, y se halla en una capilla que hizo construir a tal efecto el emperador Carlomagno en Colonia, Alemania.
Los restos de los tres Reyes Magos descansan en un cofre de oro y plata que pesa unos 350 kg, y se halla en una capilla que hizo construir a tal efecto el emperador Carlomagno en Colonia, Alemania.
¿Sabías que…
Cuentan ciertas historias que entre los años 675 y 735, un monje,
llamado San Beda, el Venerable, mencionó por primera vez los nombres de
los tres Reyes Magos y dio la descripción de ellos.
San Beda fue un monje benedictino e historiador inglés que vivió entre 673 y 735.
¿Sabías que…
Hace dos milenios, se llamaba Reyes Magos a los filósofos y los consejeros reales, estudiosos de la astronomía y la astrología.
No se sabía con certeza cuántos eran los Reyes Magos, hasta que el Papa San León, en el Siglo V, estableció que eran tres.
No se sabía con certeza cuántos eran los Reyes Magos, hasta que el Papa San León, en el Siglo V, estableció que eran tres.
¿Sabías que…
La costumbre de poner los zapatos la víspera de la noche de Reyes se inició en Holanda. En algunos países, los niños colocan medias en lugar de zapatos.
¿Sabías que…
Baltasar era de piel oscura y con barba, probablemente de origen árabe.
Le regaló a Jesús mirra, que es un perfume oriental usado en las
sepulturas, y que según algunas creencias, podría ser una predicción de
la muerte de Jesús.
Melchor era más anciano y tenía cabellos canosos y barba blanca. Obsequió el oro a Jesús. Este oro predecía el reconocimiento de Jesús como Rey.
El más joven de los Reyes Magos era Gaspar, tenía tez cobriza. Portó una ofrenda de incienso a Jesús en Belén. El incienso que aromatiza las iglesias proviene de Arabia y Abisinia. Le dan a este presente el símbolo de reconocer en Jesús a un sacerdote.
Eran transportados por camellos, porque atravesaban el desierto, y se usaba este animal para carga y para transportarse, debido a su resistencia a las zonas con falta de agua.
Melchor era más anciano y tenía cabellos canosos y barba blanca. Obsequió el oro a Jesús. Este oro predecía el reconocimiento de Jesús como Rey.
El más joven de los Reyes Magos era Gaspar, tenía tez cobriza. Portó una ofrenda de incienso a Jesús en Belén. El incienso que aromatiza las iglesias proviene de Arabia y Abisinia. Le dan a este presente el símbolo de reconocer en Jesús a un sacerdote.
Eran transportados por camellos, porque atravesaban el desierto, y se usaba este animal para carga y para transportarse, debido a su resistencia a las zonas con falta de agua.
¿Sabías que…
En la Biblia se profetizaba, en el Salmo 72 del Antiguo Testamento, que
unos reyes provenientes de Tharsis y de Saba (de Arabia del Sur) serían
los primeros en reverenciar al enviado del Señor.