Decirte que llevo arrastrando tu insistencia,
tu querer, tu ironia, tu aparente indiferencia
es decirte mentiras, que convierto en verdades,
que al final duelen como el azote del viento.
Ese viento que arrastra casuchas, que desborda rios
que inunda comarcas y los vuelve mares
donde la vida perece en muchos años de soles
y la quietud sacude entre el lodo seco.
De alli vengo, de las soledades de un alma pura
porque poco a poco han quitado las paginas secas
y del espacio broto la semilla nueva, limpia, blanca,
que se yergue con equivocado orgullo de los nobles.
Simplemente soy, aquella que rozo tu mirada
en un segundo de un encuentro inusitado
que paso raudo, solo volvi la cara y desaparecistes,
como si la oportunidad no era esa y estaba equivocada.
tu querer, tu ironia, tu aparente indiferencia
es decirte mentiras, que convierto en verdades,
que al final duelen como el azote del viento.
Ese viento que arrastra casuchas, que desborda rios
que inunda comarcas y los vuelve mares
donde la vida perece en muchos años de soles
y la quietud sacude entre el lodo seco.
De alli vengo, de las soledades de un alma pura
porque poco a poco han quitado las paginas secas
y del espacio broto la semilla nueva, limpia, blanca,
que se yergue con equivocado orgullo de los nobles.
Simplemente soy, aquella que rozo tu mirada
en un segundo de un encuentro inusitado
que paso raudo, solo volvi la cara y desaparecistes,
como si la oportunidad no era esa y estaba equivocada.
De Mrian Brea
Septiembre-2012
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